En la fría tarde de ayer, el intendente de Villa de Merlo, Juan Álvarez Pinto, inició un recorrido junto a Agustín Arado y Yanina Vílchez, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, por los barrios de nuestra ciudad, visitando a emprendedores locales que han sido beneficiados por el Banco de Maquinarias, Herramientas y Materiales.
El objetivo de la actividad fue ver y constatar la forma en que los emprendimientos se vienen desenvolviendo, luego del acompañamiento de varios meses que incluyó capacitaciones, asesorías y la entrega de materiales y herramientas de trabajo para que cada uno de los inscriptos pudieran llevar adelante su proyecto.
Las 4 familias, que gracias a esta política conjunta de inclusión laboral hoy se desempeñan en forma independiente en distintos rubros, coinciden en algo: la pandemia les dió una oportunidad de empezar de cero y tomaron la crisis como una oportunidad de reinventarse. Gracias al apoyo del Municipio y del Gobierno Nacional, hoy sus vidas dieron un giro de 180° y en AM, te lo contamos.
La primera parada del recorrido fue el Barrio 272 viviendas, Altos del Valle, donde visitamos a Eugenia, que lleva adelante la panadería “Mamá Pan”. Ella y su marido elaboran medialunas, panes y bizcochos y afirman que este programa les cambió la forma de trabajar.
Más tarde fue el turno de María Lujan Argüello, la dueña del emprendimiento de arte decorativo Luz Art. Su historia, que ya te contamos anteriormente en AM, también se ve alcanzada por el Banco de Herramientas, ya que habiendo recibido una caladora, un taladro y una sierra circular, su forma de producir se simplificó completamente. La alegría de poder contar con herramientas propias son una parte del programa, puesto que una de las cosas que más destaca son los cursos de capacitación, que le cambiaron la forma de vender sus creaciones.
La tercer parada fue el taller textil de Omar Orieta, en el barrio 140 viviendas. Con su esposa Claudia confexionan prendas de ropa y la adquisición de nueva maquinaria les ha hecho el trabajo mucho más fácil. En palabras de ella “lo que antes me llevaba 2 horas estando sola, ahora lo hago en media hora”.
Cuando iba cayendo la tarde, llegamos a lo de Fabián Morán, en Barranca Colorada. El se dedica a la carpintería y al igual que la mayoría de los emprendedores, vió en la crisis pandémica la oportunidad de hacer algo nuevo. Si bien ya vendía trabajos en madera en los puestos del mirador del sol, acceder a herramientas propias le permitió empezar a producir todo tipo de tablas y perfeccionarse en la creación de piezas únicas en nuestra Villa.
Una muestra de que las políticas de trabajo social, de inclusión e inserción laboral, funcionan cuando se llevan adelante con compromiso y transparencia. El apoyo constante que brinda el Municipio, junto con el Gobierno Nacional, a través de este tipo de programas, ha modificado la vida de muchas familias y es cuestión de seguir andando por esa senda para hacer de la Villa de Merlo un lugar cada vez mejor.