En la mañana de hoy, el intendente de Villa de Merlo, Juan Álvarez Pinto, el director de Gestión de Agua, Alejandro Strelin, y el resto de su gabinete de trabajo, se reunieron en el Colegio de Ingenieros con representantes del sector privado gastronómico y turístico para abordar conjuntamente la emergencia hídrica en pos de resolver la problemática que viene aquejando a la ciudad.
Acorde al compromiso de la gestión en resolver este inconveniente tan importante para Merlo, se presentó un breve diagnóstico del sistema de abastecimiento de agua potable con el objetivo de avanzar en una solución.
Según las evaluaciones técnicas llevadas a cabo por el ingeniero Strelin, las actuales fuentes de abastecimiento de agua alcanzan apenas para abastecer la demanda de la población estable. El incremento del consumo que se produce con el aflujo turístico más las sequías estivales cada vez más frecuentes, desestabilizan el frágil balance entre demanda y producción de agua. A esto cabe añadir un sistema de abastecimiento de agua obsoleto y deteriorado, fruto de décadas de desinversión y atraso tecnológico.
La principal fuente de ingresos de la población está relacionada a diversos emprendimientos turísticos, todos ellos afectados en mayor o menor medida por los períodos de emergencia hídrica. La reciente creación de la Dirección Municipal de Gestión del Agua es la respuesta de la actual gestión para dotar a la comunidad de los medios necesarios para superar la crisis hídrica.
Algunas de las dificultades más gravitantes:
• No hay medios para cuantificar ni monitorear la dinámica del recurso hídrico (ni superficial ni subterráneo). Por lo tanto, no hay registros que lo caractericen. Ni siquiera son confiables las lecturas del consumo en las plantas potabilizadoras, ya que, de los macro-medidores instalados al efecto por la Cooperativa de agua, algunos de los más
importantes están trabados hace meses (el cobro del agua cruda se hace estimativo).
• Hay varias fuentes de agua superficial no aprovechadas (o captadas inapropiadamente).
• Tomas/captaciones de agua superficial muy antiguas y obsoletas, sin mantenimiento, en estado calamitoso. No hay captación en subálveo.
• Aducciones tipo canal revestido muy antiguas. Con múltiples rajaduras y desprendimientos. Las pérdidas superan, en general, el 10 % del agua conducida. Cabe mencionar que, midiendo caudales de agua cruda en los canales, se ha detectado un importante faltante en el Sistema El Rincón. Es de suponer que esta relevante pérdida se estría produciendo en el Embalse del Rincón, cuya tutela corresponde a la Cooperativa de Agua.
• Instalaciones y métodos de tratamiento del agua muy antiguos, ineficientes e incompletos (falta desbaste y sedimentación – filtros sin retro-lavado, obsoletos – no hay clorinadores con dosificación proporcional).
• Notorio déficit de reservas de agua (tanto públicas como privadas). Cuestiones de índole financiera y de plazos impiden aún dotar a la villa de un sistema de almacenamiento de agua de dimensiones adecuadas para transferir los excedentes hacia los períodos de escasez. Por ello se opta, para el corto y mediano plazo, por la instalación (o
recuperación) de reservorios de agua de menor envergadura y por fomentar la ampliación de las reservas en los diversos establecimientos turísticos privados.
• Red de distribución troncal antigua, subdimensionada, mal articulada, mal sectorizada, en gran parte con materiales obsoletos y muy fatigados; trabaja a presión excesiva (de 7 a 10 bar), con cámaras Rompecarga en lugar de válvulas reguladoras, las que además están demasiado espaciadas.
• Redes primaria y secundaria mal diseñadas (sin anillos ni sectores que puedan ser operados independientemente). Mal dimensionadas. Sin macro-caudalímetros. Presión excesiva (generalmente supera 2,5 bar). Estas altas presiones, amén de complicar el suministro domiciliario, son responsables de muchas de las roturas y pérdidas de las redes.
• Sistema de bombeo, previsto originalmente para suplementar las fuentes de agua de superficie en épocas de pico de demanda. Últimamente (por lo menos desde la reciente temporada de verano) funciona sin solución de continuidad, para compensar las grandes pérdidas de todo el sistema de abastecimiento de agua. Adolece de importantes fallas de diseño (distribución incorrecta de las perforaciones de bombeo, una sola tubería de impulsión, plantas de bombeo mal dimensionadas, falta de sistemas de protección contra golpe de ariete, falta de válvulas de cierre intermedias) Todas estas falencias no se pueden evaluar ya que no se ha podido encontrar el proyecto ejecutivo de la obra. A esto se suma el deplorable estado de las cisternas, la fatiga de los materiales de las tuberías, la distracción de las estaciones intermedias de bombeo para abastecimiento permanente y exclusivo de nuevas plantas urbanas, el suministro
eléctrico con tensiones inestables, la falta o rotura de los sistemas de protección y control de las bombas (tanto de las perforaciones como de las estaciones).