Palmira Scrosoppi, conocida por su maestría en el expresionismo artístico, dejó una huella imborrable en la historia del arte. Su obra se caracterizó por la intensidad de sus trazos, la riqueza de colores y la profundidad emocional que transmitía.
Nació en octubre de 1906 en Buenos Aires. Se recibió de profesora de dibujo en la Academia Nacional de Bellas Artes. Ejerció la docencia en Buenos Aires y San Isidro (Provincia de Buenos Aires). Estuvo vinculada al grupo plástico boquense de Benito Quinquela Martín. Trabajó como paisajista y retratista en técnicas de óleo, acuarela y pastel.
Visito nuestra ciudad en sus veraneos, conoció a su marido (impulsor del turismo en esa localidad, que en ese momento no tenía más de ochocientos habitantes), donde se radicó, enseñó pintura, y volcó su producción hacia el paisajismo serrano.
Su deseo era que su casa se utilizara como espacio cultural donde artistas locales y visitantes pudieran exponer y difundir sus obras. En 1990 la casa se convierte en Sala Museo. Desde entonces funciona como lugar de exposición de pinturas, fotografías, presentaciones de libros, Encuentro Nacional de Pintores Paisajistas, etc.
Se encuentra abierta a la comunidad para realizar distintas actividades y talleres. Concretando el objetivo que Palmira tenía para su casa.