
Durante el invierno, las mascotas también sufren las consecuencias del frío, especialmente aquellas que permanecen a la intemperie o en espacios sin acondicionar. Para evitar enfermedades y garantizar su bienestar, especialistas recomiendan adoptar una serie de cuidados esenciales.
Entre las principales recomendaciones se encuentran:
- Evitar que duerman a la intemperie: es fundamental que cuenten con un lugar protegido, especialmente durante las noches, cuando bajan las temperaturas. El contacto con superficies heladas puede afectar seriamente su salud.
- Acondicionar correctamente su cama o cucha: se sugiere colocar mantas, sábanas y, si es posible, elevar la cucha del suelo para conservar mejor el calor corporal.
- Colocar abrigo cuando sea necesario: especialmente en razas pequeñas, de pelo corto o en perros mayores. Un suéter o abrigo adecuado puede ayudar a mantener la temperatura.
- Cepillar el pelaje con frecuencia: mantener el pelo limpio y desenredado favorece la retención de calor y evita que se acumule suciedad o humedad.
- Reducir los paseos en horarios de baja temperatura: lo ideal es salir en los momentos más templados del día y evitar las salidas prolongadas con viento o heladas.
- Ajustar la alimentación: una dieta balanceada que contemple el gasto energético adicional durante el invierno ayuda a mantener al animal fuerte y saludable.
También es importante observar si el animal presenta signos de frío como temblores, apatía o rigidez. Detectarlos a tiempo puede evitar complicaciones.
Proteger a los animales en invierno no solo mejora su calidad de vida, sino que también refuerza el vínculo responsable entre las personas y sus mascotas.