Para quienes no lo conocen, Jorge Altamirano, ha dedicado gran parte de su vida a componer poesía y cantos. Escribió un libro de relatos en versos de cosas que lo impresionaron, tal como cita en la descripción del mismo “Mensajero de los sueños“. Además, puso música a poemas de Antonio Esteban Agüero, el reconocido poeta puntano, a través del repertorio “Cielo sin aviones”.
Trabajó en la dirección de turismo y casa del Poeta, donde tuvo un excelente desempeño basado en la difusión de la obra de Agüero y de la ciudad en sí misma.
En noviembre del 2017 fue nombrado ciudadano Ilustre y vecino ejemplar de la Villa de Merlo, como acto de reconocimiento a su aporte con la creación de la ”Oda a Merlo”, que adoptamos con gran cariño como Himno, y otras actividades abocadas con pasión a nuestro amado pueblo.
Falleció tristemente el 18 de junio del año pasado, exactamente el mismo día que partiera el poeta Agüero, pero 51 años después.
Himno a Merlo
Va subiendo el sol tras la montaña
ya va a amanecer en Merlo
lo presienten pajaritos con sus trinos y aleteos
las flores sueltan su aroma,
ya va a amanecer en Merlo.
El gran faro se prende de golpe pues de un salto trepa el cerro,
empieza a esparcir colores
y se encienden tierra y cielo,
es la creación cada día
en este bendito pueblo.
Yo quisiera el verbo mágico de Agüero
y contarle a todo el mundo como es Merlo
paraíso natural, vergel divino
custodiado por los ángeles del cerro.
Si algún día sube el agua de los mares
a resguardo voy a estar, aquí en mi pueblo
tengo un arca generosa en tierra firme, y en su proa esperanzada dice Merlo.
Veo el milagro del agua cristalinos arroyuelos
parecen ríos de plata
que van bajando del cielo
amamantando nogales,
higueras, molles y almendros.
Que misterio estando el mundo
tan febril y ceniciento haya aquí tantos colores
tanta paz y tanto cielo tantos pájaros sin celda
tanto sol brillando en Merlo.