El presupuesto provincial 2025, enviado por el Ejecutivo, recibió media sanción en la Cámara de Diputados en un clima tenso, marcado por idas y vueltas, enojos y gritos. Este presupuesto fue elaborado teniendo en cuenta las proyecciones oficiales para 2025, bajo la premisa de gastar solo lo que ingresa. Las prioridades establecidas fueron salud, educación y reducción del gasto público, en línea con la política que el gobernador Claudio Poggi ha implementado desde su asunción el 10 de diciembre.
La oposición cuestionó la falta de inversión en obra pública, mientras que el oficialismo respondió acusando a la gestión albertista de desviar fondos hacia empresas amigas y construir edificios de mala calidad, como hospitales y escuelas. Además, presentaron datos sobre concesiones otorgadas justo antes del fin del mandato de Alberto Rodríguez Saá, donde se pagaron obras que nunca se realizaron. En este contexto, Claudio Poggi busca retomar una política habitacional abandonada por la administración anterior, para responder a la urgente demanda de viviendas y fomentar la creación de empleo genuino.
Un desafío significativo para la provincia es su fuerte dependencia de los fondos federales, ya que el 78% de los recursos proviene del Estado nacional, mientras que solo el 22% proviene de la recaudación provincial. El Gobierno tiene como objetivo reducir esta dependencia reorganizando el gasto para destinar más recursos a inversiones y menos a gastos corrientes.
Vale recordar que, tras la derrota de su candidato en las elecciones de junio del año pasado, Alberto Rodríguez Saá incrementó desmesuradamente el gasto público. En un contexto donde la canasta básica total (CBT) rondaba los $232.427, el exgobernador elevó los salarios de los empleados del Plan de Inclusión Social a casi $400.000 mediante bonos, generando un gasto insostenible. Esto se realizó con la intención de debilitar las arcas públicas y generar descontento social, consciente de que Claudio Poggi no podría mantener esos sueldos aplicados de manera irregular.
Como resultado, las recientes subas salariales implementadas por Poggi parecen menores en comparación con los incrementos del año anterior. Sin embargo, es importante destacar que estos últimos fueron porcentajes artificialmente inflados a través de bonos temporales, que no reflejaron un aumento real de los salarios. Poggi, por su parte, busca realizar ajustes salariales sostenibles y alineados con la situación económica real de la provincia.
Además, las políticas del presupuesto de Poggi están orientadas a fomentar la creación de empleo genuino en el sector privado, con el objetivo de reducir la histórica dependencia del empleo público. Esta situación quedó evidenciada en el censo realizado por el gobierno entrante, que reveló que muchos empleados del sector público carecían de funciones claras. Poggi busca reordenar este esquema para impulsar una economía más dinámica y sustentable, menos atada al Estado y más abierta al desarrollo privado.