Las mujeres también podrán manejar la maquinaria en las plantas de reciclado. La medida se debe al gran interés que mostraron las operarias de ‘El Jote’ (Carpintería), ‘Jarilla’ (Quines), ‘Peuma’ (La Toma) y ‘La Metropolitana’ (Donovan) de trabajar en tareas que antes, por decisiones administrativas, no podían hacer.
“Estamos avanzando en un sistema de rotación de puestos sin distinciones por cuestiones de género y capacitaciones en las tareas, debido al interés de las operarias en el manejo de maquinaria. Están todas trabajando a la par de sus compañeros”, señaló el jefe de ‘El Jote’, Maximiliano Mattis, la primera planta en implementar esta forma de trabajo.
Entre las nuevas tareas están el manejo de las prensas y los autoelevadores. “Estamos capacitando a todo el personal para optimizar el trabajo. Tenemos el convencimiento que con la separación en origen y una mayor preparación de los operarios y operarias lograremos un mayor volumen de recuperación y reciclado, disminuyendo considerablemente el material enterrado y contribuyendo a un esfuerzo económico circular”, afirmó el director de Gestión Ambiental de Residuos, Aníbal Cattáneo.
Recuperar las plantas y recuperar personas
Uno de los ejes de trabajo de la nueva administración pasa por revitalizar la fuerza del personal, empoderar al operario de las plantas y darle reconocimiento a su esfuerzo. Por mucho tiempo los materiales recuperados eran abandonados sin ser vendidos y terminaban ocupando lugar en las fosas y esquinas de las plantas. Lo mismo ocurría con las tareas. La desidia era tal, que a muchos trabajadores no se les permitía realizar ningún trabajo o debían hacerlo en las peores condiciones.
“El trabajador de las plantas de reciclado siente mucho orgullo cuando ve que el producto recuperado, en el que puso tanto esfuerzo y sudor, es despachado en un camión para ser vendido. Siente alegría cuando ve que las máquinas que estaban rotas comienzan a andar y le facilitan el trabajo. Celebra cuando las personas a cargo de las plantas reparten tareas y roles de la forma más democrática posible y a partir de eso, se sienten parte de la economía circular. No se trata solo de recuperar plantas, sino de recuperar a las personas que trabajan día a día en ellas y que tienen además, un enorme compromiso con el ambiente”, concluyó el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Federico Cacace.