El Poder Judicial abrió formalmente el año 2024 con la asunción de Eduardo Allende como presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ) hasta el 31 de enero de 2025. La presencia del gobernador Claudio Poggi este jueves, marcó, como él mismo lo conceptualizó, una nueva etapa. Hace mucho tiempo que un jefe de Estado provincial no participaba de un acto protocolar de ese tipo, como gesto de acompañamiento y del necesario diálogo interinstitucional que debe existir. “Los poderes del Estado deben actuar de modo independiente, pero como dijeron el presidente saliente (Jorge Levingston) y el entrante, de forma coordinada y armonizada por el bien común, para mejorar el servicio público”, sintetizó el Primer mandatario al finalizar el acto.
En su discurso, Levingston hizo un repaso de su periodo como máxima autoridad del STJ, fundamentalmente basado en datos y estadísticas. “El Poder Judicial debe continuar con su camino, signado por el refuerzo de las perspectivas y diligencias para estar a la altura de los grandes temas que resultan transversales a toda la sociedad, las problemáticas criminales, la violencia de género, la vulneración de los derechos de los consumidores, la conflictividad de intereses patrimoniales, entre otros tantos que repercuten en toda la comunidad. Los desafíos son los que nos deben fortalecer para ocupar el papel que nos delegaron, cumpliendo con la función para la que fuimos llamados”, refirió Levingston.
Después del juramento —del que también participaron el vicegobernador Ricardo Endeiza; funcionarios del Ejecutivo Provincial; autoridades policiales y de instituciones educativas; el fiscal de Estado, Víctor Endeiza; la presidenta de la Cámara de Diputados, Silvia Sosa Araujo; el obispo Gabriel Barba; magistrados; fiscales, funcionarios judiciales; entre otros invitados—, Allende brindó unas palabras.
Destacó la presencia de los representantes de los otros poderes. “Como dijo en el siglo XVIII Alexander Hamilton, uno de los padres de la Constitución de los Estados Unidos, el Poder Judicial es el más débil de nuestros poderes. No define la política económica, no define la política penal, no dispone del tesoro de nuestra provincia. Su fortaleza está dada por sus decisiones, y para que esas decisiones sean fuertes y respetables deben estar fundadas en el derecho”, consideró.
En su tarea diaria, dijo Allende, es indispensable la coordinación con los legisladores y las autoridades del Ejecutivo. “Por ejemplo, muchas veces la decisión del Poder Judicial no se puede llevar adelante sin el uso de la fuerza pública, que depende del Ejecutivo, que depende del Ministro (de Seguridad)”, remarcó. O han establecido el diálogo con Desarrollo Humano por temas de familia, por caso. Respecto al Poder Legislativo, “tenemos todavía pendiente la Ley de Procedimiento en Materia Laboral, que creemos que va a traer una gran agilización de los procesos laborales. Es fundamental que salga esa ley”, refirió. Si se sanciona “nos daría a nosotros, como Poder Judicial, y a toda la gente que tiene un juicio laboral, mucha celeridad en el procedimiento”, indicó.
Acercar la Justicia a las personas
Allende dijo que para las personas no es grato ir a Tribunales, o iniciar un juicio. Finalmente acuden aquellos que trataron de resolver un conflicto por otras vías, a través del diálogo, de la conciliación y no lo lograron. “Tenemos que ser empáticos con la gente, ser humanos en esta función, y eso va a ayudar también a mejorar la imagen que tiene de nosotros la población en general”.
Por otro lado, mostró que hay sistemas creados por el Poder Judicial (por ejemplo, ‘Mi Denuncia’) que son buenos y útiles, pero que la población no conoce y no utiliza. “Entonces, hay que hacerlos conocer. Como funcionarios judicialestenemos que salir de la zona de confort, ir a los barrios e informar a la gente sobre cuáles son las formas de acceso a la Justicia, explicar cómo funciona el sistema”, refirió; y agregó que la idea es que esto se trabaje de modo articulado con sindicatos, la asociación de magistrados y los funcionarios.
Otra forma de accesibilidad de la Justicia que Allende dijo que es necesario implementar es en la redacción clara de los textos judiciales. En el entorno de Tribunales, entre colegas, un fallo puede ser muy elogiado, pero para el ciudadano tal vez es incomprensible por estar regado de tecnicismos. “Lo que hay que hacer, cuando escribimos una sentencia, es explicarla de modo fácil. Tenemos un modo de redactar que nos enseñan desde la facultad, que tal vez es anacrónico o muy difícil de entender. Tenemos que trabajar mucho para que nuestro lenguaje sea claro”, cerró.