
La ciudad que dio origen a la provincia, y se formó al pie de las imponentes sierras centrales, pórtico del viento chorrillero, regado por las aguas del Río San Luis, celebra un nuevo aniversario de su fundación. Son 431 años, más de cuatro siglos de historia forjada por hombres y mujeres que amaron inconmensurablemente esta tierra de trabajo, sueños, progreso y bienestar.
Un manuscrito ancestral del año 1594, firmado por Luis Jufré, nombra a San Luis como un pueblo bajo su dominio. Pero es en 1596, bajo el gobierno de D. Martín G. Oñez de Loyola, cuando se erige formalmente la ciudad de San Luis en las alturas de la sierra que le otorga su nombre. Se elige cuidadosamente este lugar estratégico en el camino real para asegurar las comunicaciones entre Chile y el Río de la Plata, una línea fronteriza y defensiva.
Los años pasaron, y en 1643, se distribuyeron las tierras para reconstruir la ciudad, asignando terrenos al fomento de la ganadería. La fundación también alcanzó la necesidad de mano de obra indígena, facilitando el traslado de poblaciones originarias a otras regiones.

El 29 de noviembre de 1813, la Asamblea Constituyente alumbró un decreto que dio vida a la Intendencia de Cuyo, englobando San Luis, Mendoza y San Juan, con Mendoza como capital. Esta creación buscaba fortalecer estas poblaciones, amenazadas por una posible invasión chilena. San Martín, con visión estratégica, sugiere esta intendencia para asegurar los pasos cordilleranos y sorprender al enemigo en Chile.
El 1º de enero de 1820 marcó un momento trascendental en la historia de la provincia de San Luis, cuando se desarrolló un gobierno definitivo y autónomo, proclamando su independencia territorial.
En el siglo XVII, el crecimiento de la población en San Luis se apuntaló gracias a su posición estratégica en las rutas del comercio colonial. La actividad ganadera se fusionó con la cría de mulas destinadas al transporte, consolidando una economía diversificada.
La llegada de las estancias jesuíticas a partir de 1732, junto con la operación de curtiembres y la explotación de oro en la región de La Carolina, contribuyeron a mantener y expandir la población.

En 1756, Villa de Mercedes se desarrolló en el área conocida como Las Pulgas, sirviendo como un fuerte protector para los hacendados locales. Previo a esto, alrededor de 1745, surgió de manera espontánea San Francisco del Monte de Oro como un asentamiento poblacional. La influencia fundamental de Sobremonte, proveniente de Córdoba, se materializó en la exploración de diversas ubicaciones adecuadas para el establecimiento.
Un ejemplo es Merlo, donde ya existían pobladores y se describió como un lugar de gran belleza natural y abundante agua. En 1794, con 64 vecinos, se formalizó la fundación de Merlo bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario.
Después de la Independencia, la organización y consolidación de las autoridades provinciales en la capital generó un impulso significativo. Posteriormente, se llevaron a cabo esfuerzos urbanizadores en lugares como Quines, Luján, Candelaria y otros pueblos durante la segunda mitad del siglo XIX. El surgimiento del ferrocarril dio origen a localidades como Santa Rosa. No obstante, Villa Mercedes fue la gran beneficiaria de este nuevo medio de transporte al convertirse en un importante centro de conexión entre las líneas de Buenos Aires, Villa María y Bahía Blanca, además de ser un punto estratégico para el mantenimiento ferroviario y actividades comerciales.
Avanzado ya el siglo XXI las cabeceras de colonias agrícolas, como Buena Esperanza al sur de la provincia, han dado origen a nuevos pueblos, marcando el continuo desarrollo de la región.

- Proyección turística de una ciudad con identidad propia
Con el paso de los siglos, San Luis consolidó una cultura criolla que aún hoy se refleja en sus tradiciones. La tonada, con raíces cuyanas y locales, es una de sus expresiones más emblemáticas, junto con las danzas folclóricas como la cueca y la zamba.
Las festividades religiosas; como la fiesta patronal de San Luis Rey de Francia, la devoción al Cristo de la Quebrada y el Milagroso Señor de Renca, reafirman la unión entre la fe y el pueblo.
El arte sanluiseño tiene referentes de peso como Antonio Esteban Agüero en la poesía, Dora Ochoa de Masramón en la literatura y Kiko Sánchez Vacca en la música, quienes dejaron un legado de enorme trascendencia para la identidad provincial.
Gastronomía: sabores de origen
La gastronomía puntana conserva la tradición de los pueblos de campo. Destacan las empanadas, las humitas, el cabrito y el chivo asado, las preparaciones con maíz y zapallo, y los dulces caseros.
El vino, bebidas y las cervezas artesanales complementan la oferta gastronómica, que en los últimos años se potenció con ferias, restaurantes y la promoción de productos regionales.

Hacia el futuro
Durante el siglo XX y XXI, San Luis pasó de ser una ciudad de perfil rural a consolidarse como un centro urbano moderno. Las políticas de infraestructura transformaron su perfil, incorporando autopistas, espacios culturales y desarrollos tecnológicos.
Instituciones educativas como la Universidad Nacional de San Luis y la Universidad de La Punta contribuyeron al crecimiento académico y científico de la región, generando un polo de innovación y cultura digital.
Turismo y recursos
San Luis se presenta con grandes atractivos para el turismo, además de la infraestructura y conectividad. El Cine Teatro San Luis, la Catedral, la Calle Angosta, cuna de tonadas inmortalizadas en canción, y museos como el Dora Ochoa de Masramón, la Casa del Poeta Agüero en Merlo, el MUHSAL entre otros, ofrecen un recorrido cultural imperdible.
El entorno natural, con las sierras en Potrero de los Funes, La Carolina, Estancia Grande y el corredor de los Comechingones, con el Valle del Conlara, las Sierras en San Francisco del Monte de Oro que guardan tesoros culturales, complementan la oferta con turismo aventura, religioso, histórico y rural.
Los recursos hídricos, como los diques y embalses, además de cumplir un rol estratégico para la provincia, generan escenarios únicos para el turismo deportivo y recreativo.
A 431 años de su fundación, la ciudad de San Luis es el claro ejemplo de que el esfuerzo inquebrantable de los hombres y mujeres de estas tierras, logran sueños de progreso, bienestar y calidad de vida.






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